Cómo descubrí mi verdadera pasión

En este artículo te contaré mi historia personal de cómo descubrí lo que realmente me apasiona. Desde mi infancia hasta la actualidad, pasando por mis dudas e inseguridades, te mostraré cómo encontré mi camino y cómo tú también puedes encontrar el tuyo.

La fotografía siempre ha estado dentro de mi ser. Desde muy joven pasaba horas y horas dibujando y plasmando en papel lo que veía. Pero en casa, nadie sabía acerca de la fotografía y no tenía acceso a una cámara básica, lo que dejó mi inquietud latente por unos años.

Entrando en la adolescencia, mi padre falleció y esto fue un duro golpe para mí y mi familia. Compartí más tiempo con mi madre, con quien había perdido contacto con mi padre desde niño. Unos años después, me dediqué al diseño gráfico, lo que me permitió ganar dinero y finalmente obtener mi primera cámara, redescubriendo lo que ya sabía en el fondo, pero no había explorado ni explotado.

Sentía como parte de mí la fotografía, a través de la cual podía mostrar mi visión de las personas y sobre todo, enamorarme de cada una de ellas, resaltando sus características únicas y particulares.

Después de mi primera cámara y más de 20.000 horas de estudio y práctica empírica, las oportunidades llegaron, sumadas al impulso de muchas personas, permitiéndome crecer como persona y más aún como profesional en la fotografía, llegando a ciudades como Paris, Madrid, La Habana, Cancún, Ciudad de México, Ciudad de Panamá, Bogotá, Cartagena de Indias, Belice y muchas otras por descubrir.

"Fotografiar es una manera de vivir."

— Henri Cartier-Bresson

La fotografía es mi pasión

Por eso amo ser fotógrafo, porque sé que cada persona tiene su propia historia de vida, y yo admiro la belleza del mundo y lo que hay detrás de cada persona. Casi siempre hay algo detrás de una súper fotografía, nunca se hace de la nada o solo porque sí. Siempre siento la necesidad de fotografiar personas, es algo que me anima a salir de casa, viajar, conocer lugares diferentes y vivir nuevas experiencias. En cada sesión, busco capturar la luz, el color, la mirada infinita, la naturalidad, la emoción o expresión, y lo invisible para el resto, pero visible para mí. Cuando encuentro toda esa armonía, siento que mi corazón y mente son el verdadero lente de mi cámara.

En conclusión, descubrir mi verdadera pasión no fue fácil, pero valió la pena el esfuerzo y el tiempo invertido. La fotografía me permite mostrar mi visión del mundo y de las personas, y me da la oportunidad de crear arte y emocionar a otros con mis imágenes. Cada día me siento más agradecido por haber seguido mi corazón y haber tomado el riesgo de explorar lo que realmente me apasiona. Si estás buscando tu propia pasión, te animo a que sigas explorando, tomando riesgos y escuchando tu voz interior. Recuerda que no hay una única forma de encontrar lo que amas hacer, pero el viaje para descubrirlo puede ser tan gratificante como el destino en sí.